El mezcal por sí solo posee un sabor que lo hace totalmente diferente al resto de bebidas alcohólicas que existen; por ejemplo: a maguey cocido, cítricos, ahumado y tonos terrosos. Sin embargo, también nos encontraremos con una amplia variedad de mezcal de sabores.
Esto es gracias a la versatilidad con la que cuenta el mezcal, al cual se le puede agregar una variedad de ingredientes, tales como hierbas, frutos o incluso insectos; esto durante su destilación o bien, introduciéndolos directamente a la botella. Asimismo, influye el tiempo que se deje reposar.
Para obtener mezcal de sabores, durante su segunda o tercera destilación le son incorporados los frutos o hierbas con el fin de suavizar sus tonos. Otra práctica para agregarle una distinta degustación es que se almacene en barricadas de madera por diferentes períodos, teniendo como resultado mezcales reposados y añejos.